Que maravilla de tarta, que te den carta libre para hacerla es de agradecer y recibir esa confianza ayuda a cuidar hasta el más mínimo detalle para que todo salga perfecto.
Esta vista superior es sensacional, se pueden apreciar los faros y retrovisores en color amarillo, el asiento del conductor en color negro y por supuesto la carretera a la ilusión de un niño.
La tarta está hecha de bizcocho con aroma de algodón dulce y rellena de crema de almendras y nata.
El coche está hecho con un bizcocho de almendras, modelado para la ocasión, y recubierto de dulce de leche.
Aquí podemos apreciar la brillantina, que siempre le da un toque muy especial y un acabado más vistoso.
Este coche tiene dueño y como bien indica en su matricula pertenece a Eric, un niño de 3 años de edad.
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